martes, 8 de septiembre de 2009

PROYECTO GRAN SIMIO DENUNCIA QUE LOS DELFINARIOS INCUMPLEN LA LEY DE ZOOLÓGICOS

Diversos artículos de la Ley de Zoológicos, recomendaciones y la Directiva de la CE, están siendo incumplidas por todos los zoológicos con delfinarios de España, según afirma el Proyecto Gran Simio (PGS) en un comunicado de prensa lanzado por esta organización, que ven un acto de degradación y maltrato, a los delfines, orcas y belugas de forma continuada y consentida.

La Ley 31/2003 sobre Conservación de la Fauna Silvestre en los Parques Zoológicos, establece, en su artículo 3, que los zoológicos están obligados al cumplimiento de las medidas de bienestar animal. En su apartado a) establece que los animales debes estar en condiciones que permitan la satisfacción de sus necesidades biológicas y de conservación. El apartado b) establece la necesidad de proporcionar a cada una de las especies un enriquecimiento ambiental en sus instalaciones.

Los delfines que, en su medio natural, acostumbran a nadar hasta 40 millas al día y bucear a profundidades de más de 500 metros, se encuentran, en los delfinarios, obligados a nadar en círculos en sus pequeños estanques o simplemente flotando, según afirma el Proyecto Gran Simio. Igualmente denuncian que unas de las recomendaciones del manual editado por el anterior Ministerio del Medio Ambiente, como ya ha denunciado Infozoos, aconseja que los Parques Zoológicos no deberían consentir la utilización de sus animales en espectáculos ni en otras actividades similares que se encuentren claramente alejadas de las tareas educativas.

Por otro lado, esta asociación cree que todos los delfinarios incumplen el artículo 4 de la mencionada Ley en el que se establece, en su último apartado c)-3, que debe existir un plan de nutrición adecuada para los animales. En este sentido el PGS denuncia que para conseguir que los delfines y orcas lleven a cabo estos trucos circenses, el entrenador debe conseguir un control total sobre ellos. Una vez que los delfínidos hambrientos se han rendido a comer pescado muerto, antinatural y no adecuado para ellos, se les enseña a que solamente recibirá comida, cuando lleven a cabo el guión deseado (saludar a la audiencia, saltar pasando por aros, etc); forzando de esta forma, a que realicen comportamientos anormales para éstos cetáceos. Este es un maltrato recogido, como infracción muy grave, en el artículo 13 de la Ley de Zoológicos. De igual forma se les mantiene en un constante estrés por la cantidad de sesiones que tienes que realizar, llegando por algunos delfinarios, a continuar con “espectáculos” nocturnos.

Es este sentido, esta Asociación no comprende cómo el Oceanográfico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, tiene un delfinario con delfines y un beluga solitario. Siendo una entidad que pretende ser seria, científica, cultural y ajena al maltrato animal, los delfines son obligados a realizar números circenses.

La Directiva 1999/CE sobre zoológicos, dice taxativamente, que los alojamientos de los animales deben estar en condiciones que persigan la satisfacción de las necesidades biológicas y de conservación de cada especie, lo que sin duda los delfinarios no lo cumplen.

“En la naturaleza, los delfines también saltan, pero cuando quieren y no a cambio de un pedazo de pescado muerto, no llevan absurdas gafas de sol, ni andan marcha atrás sobre sus colas. Estos comportamientos no significan nada más que la única manera de conseguir comida. Mantener a los delfines un poco hambrientos les induce a seguir actuando. El zoológico debe ofrecer imágenes más conservacionistas y respetuosas con la vida salvaje”, ha declarado Pedro Pozas Terrados, Director Ejecutivo del Proyecto Gran Simio (GAP/PGS- España)

Otro elemento más que va contra el bienestar animal, según Pedro Pozas, es el referido al sonar; que en la naturaleza utilizan los delfines y demás cetáceos, para comunicarse, detectar peces, presas, arrecifes de coral, predadores, etc. Los cetáceos se orientan por el sonido y continuamente “escanean” sus alrededores. El uso de este sentido en los cetáceos, es tan importante como la vista en los humanos. En los delfinarios, el uso del sonar por los delfines se convierte en una tortura ya que rebotando en las paredes, les obliga a oírse a si mismo constantemente. Este es, sin duda el aspecto más dañino de su cautiverio junto con el hambre.

Por todo ello Proyecto Gran Simio a través de este comunicado de prensa, pide a los zoológicos de España donde existan delfinarios, sean cerrados y los delfines, orcas y belugas, devueltos al mar, su verdadero hábitat, pidiendo igualmente a los ciudadanos que antes de ver espectáculos de este tipo, piensen las consecuencias y la vida que llevan estos animales que han sido secuestrados de su hábitat para acabar en esta forma de explotación.


FIN DE COMUNICADO.

Para más información:

PEDRO POZAS TERRADOS
Director Ejecutivo del Proyecto Gran Simio (GAP/PGS-España).
www.proyectogransimio.org
nautilusmar@yahoo.es
pedrop@proyectogransimio.org
Teléfono: 678 708 832

miércoles, 5 de agosto de 2009

OLIVER, UN CHIMPANCÉ CASI HUMANO

En este caso, hablaremos de Oliver, un chimpancé, del que se habló mucho por los 70, y que aún hoy, sigue siendo un misterio. fue capturado en el congo (África) y vendido a un entrenador, pero su apariencia era diferente: tenia menos pelo, su cabeza era mas redonda de lo normal, su nariz mas chata, y su boca menos protuberante…. pero mas allá de las apariencias físicas, había un detalle sorprendente…. Oliver SIEMPRE andaba a 2 patas ( los chimpancés solo aguantan unos minutos), además, ni los simios entrenados para ellos, podían hacerlo con las piernas tan juntas, y con los hombros rectos. Oliver, sin duda, era diferente, y así se demostró, por medio de ADN, era un chimpancé común, pero con una anomalía en su ADN, única, e indescifrable.

"Lo que desconocemos"

DOCUMENTAL - OLIVER AÚN VIVE ENFERMO.




Salvada por una ballena beluga

El cetáceo empuja a la superficie a una submarinista que sufría calambres en las piernas, en China

ELPAÍS.com - Madrid - 29/07/2009

Yang Yun pensaba que estaba al borde de la muerte cuando sus piernas se paralizaron mientras participaba en una competición de submarinismo libre al noreste de China. Sus piernas no le respondían debido a las bajas temperaturas del ártico. Pero entonces apareció Mila para ayudarla a llegar a la superficie. El matiz que marca la diferencia en esta historia es que Mila no es una persona, sino una ballena beluga, según informa el diario británico Telegraph.

El campeonato en el que participaba Yang Yun se celebraba en un aquarium y eso fue lo que le salvó la vida. "Empecé a hundirme. Estaba muerta. Entonces, sentí esa increíble fuerza debajo de mí conduciéndome hasta la superficie", ha explicado la submarinista. "Mila notó las dificultades y usando su nariz como la de un delfín guió a Yun hasta la superficie", ha comentado un organizador de la prueba.

"De repente vimos a la chica empujada hasta arriba de la piscina con sus piernas en la boca de Mila. Es un animal sensitivo que trabaja cerca de humanos y pienso que esa chica le debe la vida", ha añadido una de las personas encargadas de la competición.

Las inteligentes belugas fueron las primeras ballenas en interactuar con el hombre y tienen músculos faciales que les permiten sonreír. Las belugas como Mila pasan gran parte de su tiempo en la superficie o en aguas poco profundas y son animales muy sociables que mediante el sonido están en contacto con los demás miembros de su especie. Este tipo de ballenas se concentra en las costas de Alaska, Canadá, Groenlandia y Rusia y se alimenta principalmente de crustáceos y peces.


http://www.elpais.com/articulo/gente/Salvada/ballena/beluga/elpepugen/20090729elpepuage_4/Tes?print=1