sábado, 1 de diciembre de 2007

PASILLO CARCELARIO



Allí había árboles, no existían pasillos de la muerte, ni rejas, ni candados, ni golpes de cristal. Me siento desolado, perdido en un mundo que no es mío, en una tumba donde resuena cada mañana el despertar de otra muerte callada. El bostezo de otro día con la misma rutina, sin poder mirar hacia atrás porque siempre es lo mismo, soledad, todo un mundo irreal. Pasillo cautivo, agujero, un vació que ha dañado mi dignidad como ser vivo.